Este comercial vino con un rodaje intenso, drones recorriendo el horizonte, el Tilta hydra arm persiguiendo cada movimiento y un equipo viajando de un escenario a otro para capturar la esencia de MG y su deportivo Cyberster en uno de los lugares más exclusivos de la increíble Comunidad Valenciana.
Nada se quedó fuera: cada plano buscaba darle aire a la historia, cada traslado sumaba una nueva perspectiva. Y aunque el día nos sorprendió con un apagón nacional, seguimos adelante.
Después llegó la magia de la postproducción: nuestros editores dieron forma al comercial equilibrando cielos, transformando rocas en paisajes verdes y sumando un parapentista que conectaba con el relato de la marca. Hubo corrección de color, integración de efectos y, sobre todo, una comunicación constante con MG para que cada detalle reflejara su visión. Con la creatividad del equipo y el apoyo de la inteligencia artificial, todo tomó vida en una pieza que respira energía y emoción.